lunes, 6 de abril de 2015

Hace mucho que no te veo. A veces me pregunto si me haces falta, o si estoy mejor así.
Hace unos días, escuche tus pasos, eran tímidos y me seguían. Giré para verte, de verdad quería verte, pero estabas tan lejos de mi. No te vi.
Hace unas noche sentí tu respiración en mi cuello, era húmeda y aritmitica. me quede inmóvil, deseaba sentirte y tú solo te fuiste.
¡Que más da! Imagino que lo logré. por fin te alejé de mi, por fin saqué tu lengua filosa de mi garganta. Tus dedos titiriteros no me tocaran de nuevo jamás.
Ayer llovió. Vi tu reflejo en la ventana y te veías tan triste y sola. Recordé el día en que te conocí. Recordé esa lagrima en tu mejilla. Recordé tu voz y que me decías que te sentías sola. Recordé abrazarte para que no te desplomarás.
Así que toque el cristal buscando tu piel, ambos igual de fríos, y te desvaneciste entre las gotas que golpeaban la ventana.
Hoy te extraño, como se extraña a una espina en la piel. Se que estoy mejor sin ti, pero extraño el dolor que me causabas. Extraño consolarte en la noche. Extraño que me tomaras por el cuello y me recordaras lo fácil que es perder el control. Extraño tu risa macabra y tus ojos brillantes, Te extraño.