Borde nocturno
Al borde de la noche, en la costura del horizonte se escapa una sombra, mis parpados no dudan en abrirse y descubro que ya no soy yo misma. el mundo se sorprendería al saber que en ese borde me despliego, soy dos, soy yo misma, soy mi opuesto, mi odio perpetuo, mi propio amor eterno.
jueves, 5 de noviembre de 2015
Tres puntos suspensivos
Ya van tres días y no ha dejado de llover. Y dicen que estamos en sequía. Tienen razón, el agua cae pero no moja la tierra, se evapora durante la noche.
Van tres días y siento que caigo, que me derrito pero aún no termina. Caigo en el espacio sin gravedad. ¿Que me sucede? Debería explotar de una vez por todas para subir de nuevo la colina y bajar más tarde; pero algo rompió el ciclo, no se que me sucede.
Veo la lluvia caer, veo la luz difusa de los edificios por las gotas que rozan mi ventana. Veo llover pero no siento que el cielo me refleje como lo ha hecho siempre. Quiero mojarme pero no deja de llover. Gotas en mi ventana y tus pecas en mi memoria. Debería dejar de Extrañarte. Por que el mundo ahora no tiene sentido y poco a poco todo se pone al revés, o al derecho? Me es imposible saber cuando arriba fue arriba y abajo fue abajo. Quiero que deje de llover para poder llorar en mi ventana.
domingo, 19 de julio de 2015
Oscuridad salada
Y es que puedo ver el sol nacer, puedo ver el rojo atardecer y la lluvia caer, pero por más que lo intento no puedo sentir nada.
No quiero ahogarme.
lunes, 6 de abril de 2015
Hace unos días, escuche tus pasos, eran tímidos y me seguían. Giré para verte, de verdad quería verte, pero estabas tan lejos de mi. No te vi.
Hace unas noche sentí tu respiración en mi cuello, era húmeda y aritmitica. me quede inmóvil, deseaba sentirte y tú solo te fuiste.
¡Que más da! Imagino que lo logré. por fin te alejé de mi, por fin saqué tu lengua filosa de mi garganta. Tus dedos titiriteros no me tocaran de nuevo jamás.
Ayer llovió. Vi tu reflejo en la ventana y te veías tan triste y sola. Recordé el día en que te conocí. Recordé esa lagrima en tu mejilla. Recordé tu voz y que me decías que te sentías sola. Recordé abrazarte para que no te desplomarás.
Así que toque el cristal buscando tu piel, ambos igual de fríos, y te desvaneciste entre las gotas que golpeaban la ventana.
Hoy te extraño, como se extraña a una espina en la piel. Se que estoy mejor sin ti, pero extraño el dolor que me causabas. Extraño consolarte en la noche. Extraño que me tomaras por el cuello y me recordaras lo fácil que es perder el control. Extraño tu risa macabra y tus ojos brillantes, Te extraño.
sábado, 22 de noviembre de 2014
YO Y ELLA, ELLA O YO
La vi por el rabillo del ojo, intentando esquivarla, al mirarla de fijo fue ella quien me esquivó, corrió en dirección contraria y pasaron muchos años sin verla de nuevo.
Este encuentro fue tan fuerte para mi, que pase días aterrada por el hecho.
Años mas tarde nos encontramos de nuevo, esta vez se acercó a mi y me susurró una historia aterradora, eso me permitió entender como era su naturaleza.
Me alejé, sintiendo tanta curiosidad, ella era un ser especialmente macabro, y jamás creí que eso me atrajera tanto.
Y entonces la oí en rumores de mis amigos, que yo misma confirme, su existencia me daba pánico y curiosidad a la vez, era innegable e imposible al mismo tiempo.
Por lo que decidí que cuando la encontrara le pedirla que me dejara conocerla, así hice y se quedó conmigo, tantos han despreciado este hecho y me han tachado de loca por permitirle estar tan cerca de mi pero sucede que siempre lo estuvo, y que no pude negarla mas.
En el momento en que acepte que me tomara la mano, me sentí completa y tranquila por primera vez, ese ser espantoso me hizo sentir que estábamos juntas contra el mundo, y que eso estaba bien.
Me hice su amiga, la conocí, la aleje, la acerque, la odie y la ame.
Ahora soy yo quien se desprecia por aceptarla, por que he descubierto que lo que estoy pasando no tiene otro nombre ademas de locura, locura que encuentra el creccendo cuando llega la noche, locura que niego y oculto en la luz.
Cada noche alargo el día, para no tener que verla, para olvidarle.
Pero es imposible la noche llega siempre, ella me abraza y entonces puedo dormir de nuevo.
Sé que en la mañana no estará, y que durante el día vendrá a buscarme entre las sombras de los arboles.
Me tomará de la mano cuando menos lo espere, me sacará suspiros y gritos de terror.
Pero que puedo hacer quiero tenerla cerca, aún que se que su sangre me secara la garganta, sé que me envenena, y parece que eso deseo de ella.